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¿Estás usando imágenes de stock o haciendo creatividad de stock?

¿Estás usando imágenes de stock o haciendo creatividad de stock?


Hacia atrás y hacia adelante

“Here 's to the crazy ones”, basta con escuchar esa frase para que cualquier entusiasta de la publicidad o el marketing se emocione recordando aquel rompedor comercial de Apple. Resulta curioso pensar que el quizá mejor manifiesto de la historia no necesitó más que tomas de stock y una grabación de voz que actualmente se podría lograr con un celular.


Con las dificultades para realizar grandes producciones, el 2020 obligó a la industria a revisitar sus bases. Nos recordó como irónicamente y sistemáticamente los redactores creativos hemos olvidado la primera parte del nombre que lleva esta profesión. En esta búsqueda incansable por dejar que la imagen hable por nosotros, hemos dejado de hablar nosotros.


Volvamos a redactar, creativos.

En este proceso de revisitación nos damos cuenta que el contenido que se ganó un espacio en nuestra memoria no es aquel que tuvo la mejor cámara, la mejor toma o el mejor trabajo gráfico. Todo esto agrega valor, y eso no se puede negar, pero la publicidad más valiosa siempre ha sido aquella que tiene algo único qué decirnos. Captar la atención del público es sencillo, cautivar con un mensaje diferente es nuestra responsabilidad desde la redacción.


La creatividad publicitaria se separa del arte en el entendido que nuestra tarea nunca fue crear un producto fascinante, sino entregar un mensaje que se definió desde la conceptualización. Tomar de aquí y de allá, inspirarnos y transformar lo que ya existe para lograr contar la historia que queremos. La clave está, de nuevo, en la redacción. Esa es la llave para que nuestro contenido logre destacar en un mar de mensajes que quizás se pensaron igual, pero terminaron diciendo lo mismo que el resto.


¡Manos a la obra!

Antes de pensar en cómo se verá la fotografía, que toma usaremos para el cierro o dónde compraremos esa toma de stock, sentémonos un rato frente a la hoja en blanco. Observemos y escuchemos lo que está pasando alrededor, encontremos la inspiración o referencia que necesitamos y pensemos en un mensaje relevante que solo nuestra marca puede decir. Cuando todo eso esté definido redactemos, redactemos y redactemos. Que nunca se nos olvide que el mejor contenido es siempre el que tiene la mejor historia.



Rafa Vargas

Creativo